AL SON DE CHIRIMÍAS POR EL PETRONIO
Mientras hago la fila de ingreso alcanzo a escuchar el clarinete y los bombos de la Chirimía que llena el ambiente con su alegría y arrebato. Estoy ansiosa por entrar de nuevo a la carpa de comida, donde seguro me esperan otras delicias que nunca he probado. Este es el primer Petronio que vivo tan de cerca. Avanzo por el área de acceso y directamente voy a la zona de muestras culinarias y artesanales. El aroma golpea con sutileza pero firme: son los productos del mar y de los ríos que bañan a cada uno de los departamentos de donde vienen las sabedoras, cocineras, artesanos, músicos y expositores que nutren la muestra. Las sonrisas andan de lado a lado y esto es una fiesta.
Voy con un grupo de compañeros y vamos por los puestos de comida. Paso cerca de las vitrinas donde hay exhibidas empanadas de camarón, de piangua, de tollo, mixtas; papas rellenas con productos de mar y lo que más me atrae son pequeños pescados fritos en la misma vitrina. Doña Francisca, ubicada en uno de los primeros puestos, pregunta qué queremos comer; yo estoy fascinada con su atuendo: lleva un turbante de colores azules y verdes que combinan con los rebordes de un vestido negro que usa por encima de los tobillos. Con la misma sonrisa que me ofrece, le respondo que en un rato pasamos de nuevo. Así pasa en cada puesto del recorrido de la muestra culinaria.
De nuevo la música llama mi atención y frente a la carpa de “Marimba para Todos”, hay un grupo recibiendo clase de cocina; hay cantos y palmas. Yo tengo una fascinación por la cocina que descubrí hace poco; y cada que puedo, experimento con recetas. La repostería es lo que más me gusta, pero el pescado y los mariscos son de mis platos preferidos, así que sin pensarlo dos veces me dirijo a la clase. En ese momento están aplaudiendo y cuando me fijo en quien dirige el canto, me sorprendo al ver a la mismísima Maura Caldas: una de las sabedoras culinarias más importantes del pacífico colombiano.
Mama Maura tiene hoy un ayudante, es el cocinero Julián Angulo, uno de los pocos hombres que se dedica a la cocina del pacífico, pues tradicionalmente es entre las mujeres que se transmite la sabiduría culinaria. Están preparando encocado de piangua, pero hemos llegado casi al final, así que lo que puedo ver es poco. Dice Maura: el coco es muy celoso, entonces si tu le pones algo encima, toda la preparación se corta. Mientras dirige a su ayudante, mira la olla donde está hirviendo el encocado. Después de que le pone la leche aguada, le va a echar la propia leche, que esa si tiene todo el sabor del coco. Da una ojeadita al encocado de camarón y mira al público al entonar:
Si te lo pido, no me lo da´
Si te lo toco te has de enojar
Si te lo pido no me lo dá
Si te lo toco te has de enojar
Trae tu mano veni pa´ca
Que lo que toco e´ hueso no má´
Ay hueso no má´ tenia mi novia
Ay hueso no má´ tenia mi novia
Ay hueso no má´ tenia mi novia
Y esto fue lo que ella hizo
Cuando el marido se fue
Arrima´se a una pared
Y enterrarse un clavo postizo
Ay hueso no má´ tenia mi novia
Ay hueso no má´ tenia mi novia
Ay hueso no má´ tenia mi novia
Al final todos coreamos a Maura, pero como llegamos tarde, no alcanzamos a probar su encocado, de manera que seguimos a la zona de bebidas ancestrales y competencia. Desde que paso el control de la policía escucho más fuerte el murmullo de la gente. Los vendedores ofreciendo las bebidas ancestrales y las inventadas para las fiestas. Esquivo a un par, pero mis oídos los siguen: El viche, el arrechón, el curado, el tumbacatre, la tomaseca… se lo recomiendo. Más adelante una señora le dice a una amiga: vea mona le tengo el siete polvos, tumbacatre, para-picha, abre-cuca, rompe-culo, preña hombre y de ñapa el peo´. El arrechón pa´que se arreche, el viche pa´que piche. Y esto es definitivamente una fiesta de diversidad. Encontramos desde los stands más tradicionales, como el de La Tere, hasta los que ofrecen los productos más novedosos. La alegría del festival se mete por los poros y se queda en el cuerpo. Con cada grupo de amigos es un brindis. Y bien dice la Tere que los que toman curao´ se acercan un poco más.