Modernidad y Tradición, así perdura la identidad
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Tradición y libertad: Convergencia de los ritmos del pacífico
Una mañana de viernes, con sol de fuego abrazador, se escucha en la Unidad Deportiva Alberto Galindo el sonido de marimbas, voces y tamboras preparándose para presentarse ante el público del XXI Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez.
Entre turbantes de colores y personas de todas las texturas, él se desplaza a la deriva, mientras en el viento vuelan palabras que opinan sobre lo que hay a su alrededor. Simultáneamente ella vaga a través de estantes, mezclándose con vestuarios, comidas y bebidas, entre otros escenarios. Ambos se convierten en protagonistas de conversaciones y discusiones que intentan descifrar los maravillosos misterios que la diversidad alberga.
Algunos lugareños y foráneos que sienten por sus venas el fluir del currulao, la chirimía, el bunde, los violines caucanos, los alabaos, entre otros, lo prefieren a él.
Consideran su lugar en el Petronio indispensable para preservar, mantener y exaltar los ritmos de siempre, los del verdadero Pacífico.
Otras personas, sin embargo, la defienden a ella: Resaltan su diferencia, su capacidad de estimular la creación musical, su destreza de resonar en el corazón de jóvenes generaciones, y su talento para fusionarse con instrumentos eléctricos, ajenos a lo convencional.
Quienes defienden la memoria ancestral con la que él deambula rechazan la flexibilidad de ella. Unos tildan de goda la manera en que él decide prescindir, y otros caracterizan la labor de ella como una banalidad.
Finalmente, existen algunos que aceptan a los dos: Comprenden que, si bien marchan a pasos dispares, convergen en el mismo lugar bajo circunstancias semejantes; y que sus posibles confrontaciones solo habitan en un mundo que alguien más imaginó.
Texto por: Laura Sáenz
El Pacífico nos cuenta acerca su diversidad de acentos
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Fotografías: Karín Calao
Características del acento de cada región
Las riquezas del Pacífico son evidentes en las características de su territorio, en expresiones como su música, su baile, su gastronomía, sus historias, su vestuario, sus tradiciones, su gente, entre otros. Y parte de esa variedad se nota en los acentos de cada población perteneciente a una región en particular. El acento es definido por la Real Academia de la Lengua Española como el relieve con que se pronuncia una determinada palabra, al igual que se puede distinguir un paisa de un caleño por su manera de hablar, los habitantes del Pacífico pueden diferenciar de dónde proviene cada persona de la región al enfatizar en ciertas sílabas, marcar ciertas letras y/o alargar vocales, distinciones notorias, incluso, durante el canto.
Voces de río, voces de mar
Si bien cada región tiene su estilo y su folclor, entre los factores más influyentes que determinan las variaciones de los acentos del Pacífico se encuentra el territorio y su contacto con el agua. Las personas que viven cerca de los ríos, como sucede en Santa María de Timbiquí en el Cauca, tienden a hablar más fuerte, con mayor intensidad. Debido a que el río hace mucho ruido, y para poder comunicarse entre sí deben hablar más alto. Asimismo, la gente que vive cerca al mar habla con menor intensidad, por el estado de quietud del agua.
Inés Granja, cantautora del Pacífico, explica que las personas que habitan cerca del río se distinguen por ser muy festivos, por usar atuendos en los que priman los colores cálidos y brillantes, que exaltan la fauna y la flora. Además de crear canciones inspiradas en todo lo que hay a su alrededor. Al igual que su forma de hablar, cantan con mucha intensidad, tanto a nivel de volumen como de tono. Mientras quienes están cerca al mar viven de la pesca, la agricultura y la minería. Se distinguen por ser personas alegres, con vena de música tradicional que se instaura en los lugareños desde edades tempranas. Al momento de cantar lo hacen en un tono más suave y bajo volumen. Por otra parte, aquellos que son de Nariño suelen tener muchos quiebres en la voz, las vocales suelen extenderse, lo que requiere un buen manejo de la respiración. A nivel de las interpretaciones en grupo se hace juego con los ecos y la simultaneidad de voces.
Características del acento chocuano (Quibdó)
Hablan con intensidad (alto). Es un acento suave, de pronunciación clara y amplia, sobre todo en las vocales. En algunas palabras la ‘s’ intermedia y final se reemplaza por la ‘j’, mientras que en otras se omite. Ejemplo: “Ejto” En algunas palabras la ‘l’ antes de consonantes y al final se reemplaza por la ‘r’. Ejemplo: “Está blavo”
Características del acento caucano (Timbiquí)
El acento es golpeado, de pronunciación rápida. Especialmente, al terminar las palabras. Se tiende a enfatizar la última sílaba de las palabras. Al igual que en el acento chocoano algunas palabras como la ‘s’ intermedia y final se reemplaza por la ‘j’, mientras que en otras se omite. En algunas palabras la ‘d’ intermedia se omite. Ejemplo: “Botella curaa”
Características del acento Vallecaucano (Buenaventura)
El acento es más golpeado. En algunas palabras la ‘s’ intermedia y final se omite. Se hace presente el espanglish, con algunas palabras, debido a la migración que se da en los puertos.
Experiencias de acento
En el Petronio convergen una gran variedad de acentos pertenecientes a la región del Pacífico, que traen a colación un sinfín de tradiciones y manifestaciones que marcan el estilo de cada uno. Permitiendo reconocer aspectos significativos y poco conocidos que aportan al crecimiento cultural. Sin embargo, en ocasiones los nativos de esta región tienden a matizar su acento en búsqueda de la aceptación social, a consecuencia de la discriminación. Esto ocurre por un lado, porque se suele reconocer como costeño únicamente el dialecto que se habla en el Atlántico y se le quita tal atributo al del Pacífico.
Para Zully Murillo, cantautora de la región, algunas zonas del país imitan el acento del Pacífico a manera de mofa o burla, dando a entender que aquellos que lo poseen son inferiores intelectualmente. En este sentido, el Petronio es una oportunidad para visualizar, aprender y disfrutar de las riquezas y los aportes a la diversidad social y cultural que aporta la región Pacífica. Desde sus bailes, cantos, gastronomía, tradiciones, hasta otros aspectos, como el acento, que suelen pasar desapercibidos, pero dejan una huella de autenticidad.