Proyecto cultural/digital
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Producción Visual: Luisa Ramirez
@luisa.mre
Micro contenidos
Sonando a Pacífico
Producido por: Andrea Otero
@aoterootero1
El Pacífico somos todos.
Producido por: Jacobo Rivera - Sandra Sevilla
@jacorivera - @sandrasevilla01
¡Qué bonito compadre!
Producido por: Manuela Gallego
@manug.21
Buscando a Petronio
Sin importar el lugar de origen, el acento o el tono de la piel, durante el Festival todos reconocen su lado afro.
Tal vez no sigan el paso como lo hace la multitud. A algunos les cuesta coordinar: mover las caderas y agitar el pañuelo blanco al tiempo; sin embargo, se suman a la fiesta del Pacífico colombiano que cada año se cumple en Cali.
Todos vienen en busca de Petronio. No importa el acento, la pinta y menos el color de piel. Ellos son los visitantes de otros lugares del país y de otras latitudes del mundo que se sienten parte del Pacífico colombiano y en la pista bailan acompañados de viche o arrechón, contagiados por el ritmo de la marimba, el cununo, el bongó y el guasá.
Carlos Izquierdo, bailarín y coreógrafo afrodescendiente, cuenta que a partir de la mudanza del Festival por diversos espacios de la ciudad (Teatro Al Aire Libre Los Cristales, Plaza de Toros, Estadio y Canchas Panamericanas), se pudo observar más la multiculturalidad. Asegura que desde 2010 el Festival recibió invitados del Japón y de otros países, convocados por Germán Patiño, fundador del Festival.
Una pareja de italianos que por estos días visita Colombia, decidió venir a conocer el festival y aseguraron que “La relación de la gente con la música es diferente en Europa. En un concierto, por ejemplo, todos escuchan no interactúan. En cambio, aquí después de dos canciones toda la gente baila al mismo ritmo con pañuelos”.
Los ciudadanos del mundo que visitan el Festival Petronio Álvarez se sienten parte del Pacífico colombiano y eso se evidencia en el hecho de que lucen atuendos propios de la cultura afro, disfrutan llevar un turbante o peinarse con trenzas.
Contrario a lo que muchos pensarían, integrantes de la comunidad afro aseguran que tales actitudes de parte de los visitantes los honran y se sienten apoyados por el reconocimiento.
Algunos de los visitantes cuentan porqué viven con tanta pasión este Festival:
Ledis Chaverra García (Medellín): “Estoy acá en el Petronio porque me siento completamente negra, el sabor lo tengo en la sangre. Vengo a disfrutar el festival, pero también a trabajar en el maquillaje artístico, tengo mucha receptividad de la gente”.
Jaider Rengifo (Cali): “El Petronio se volvió identidad caleña, soy visitante del festival desde el 2003, los afros son representantes de la farra y la joda, tienen las herramientas y el sabor. Los indígenas sin dejar de ser menos o más, ellos nos pueden brindar más artesanía, historia, cultura”.
Trinidad Pino (Santiago de Cali): “Como venía de visita a Cali, leí en internet sobre las novedades de la ciudad, me entusiasmé y quise venir. Me hice las trenzas porque quería sentirme como en el festival, además se siento poderosa”.
¡Esto sigue!
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Producido por: Luisa Ramirez
@luisa.mre
Micro contenidos
Encantos de la comida del PACÍFICO
Fotografía: Manuela Gallego
@manug.21
El culto a los sabores
Producido por: Jacobo Rivera - Sandra Sevilla
@Jacorivera
@sandrasevilla01
CON SABOR PACÍFICO
"El tapao"
Producido por: Andrea Otero
@aoterootero1
El culto a los sabores
Las festividades religiosas de la población afrodescendiente son un alimento para el cuerpo y el alma.
La comida de la Costa Pacífica se ha destacado por sus poderes afrodisiacos y exóticos ingredientes.
Su sabrosura se puede evidenciar desde la preparación hasta la prueba de cada bocado.
Sin embargo, más allá de deleitar paladares, la cultura en torno a la comida de esta región está fuertemente ligada a sus tradiciones y celebraciones religiosas.
Y es que si usted se anima a visitar Guapi para las fiestas de La Purísima – 8 de Diciembre- encontrará, como cuenta Julián Restrepo, cocinero que este año hace presencia en el Petronio, una celebración que incluye balsadas en el río con la imagen de la Virgen, escuchará cantos y arrullos, y un menú especial con platos como fríjoles con maduro y sopa de queso. Sin dejar de lado los platos de mar como el tapao de pescado.
Más hacia el norte del Pacífico, en las fiestas de San Pacho de cada octubre en Chocó, se preparan comidas que ellos consideran especiales como el sancocho de pollo o carnes, los pasteles de arroz, la sopa de huevo con queso, las lentejas y los fríjoles.
Aunque es tradicional “compartir la comida con los vecinos, debido a la situación económica se ha perdido la costumbre, ahora solo es con la familia”, comenta Pastora Velásquez, una cocinera de Quibdó.
Los condimentos que no pueden faltar en las cocinas, son los que se cultivan en las azoteas (patio) como el cilantro, el orégano, el cimarrón y el poleo.
El complemento a estos platillos son las bebidas, siendo el viche, la base para la preparación de varios productos.
Lucía Solís, representante de Semillas de Vida, una empresa que se dedica a comercializar bebidas típicas en Buenaventura, explica que el viche “es una bebida 100% natural, a base de caña. En Buenaventura, por ejemplo, tenemos una blanca, una negra y una morada. El viche sirve más que todo para sacar el frío de los huesos, pero si usted quiere emborracharse, también se puede”.
En lo referente a fiestas, Solís cuenta que se ha perdido la tradición de las bebidas propias de estas fechas. Asegura que hoy las “bebidas espirituosas” son preparaciones para “relajar y tranquilizar a las personas” y hay quienes las llaman Espíritu Santo o Palma de Cristo.
Lo cierto es que lo más importante a la hora de cultivar y preparar sus comidas o bebidas tradicionales, es el respeto por lo que les brinda la naturaleza, el amor y la fe que se le ponga.
Escrito por: Daniela Moreno Rojas
@dani_mr19
Universidad Santiago de Cali