LAS BEBIDAS ANCESTRALES DE LA TERE
Doña Tere está de pie del lado interior del mostrador que tiene ambientado con detalles de su territorio, el río Saija en el municipio de Timbiquí. Una marimba a escala y sobre ella un par de mates pequeños que usa para ofrecer las bebidas ancestrales, del lado izquierdo una palmera y a la derecha un par de catangas. Hablando con dos mujeres que parecen ser madre e hija guarda en una bolsa una botella mientras les explica cómo la más joven debe tomar el curado: la dosis es una copita todas las noches y no debe tomar nada frío. Mientras tanto el sonido de los violines caucanos llena los espacios que deja su voz; las mujeres agradecen apresuradamente, pues el mostrador se llena con velocidad.
Teresa de Jesús Hurtado vivió con su tía sus primeras experiencias con las bebidas ancestrales. Una médica tradicional, partera y comadrona: la Señora del pueblo. Aprendió cada detalle junto a ella, de quien heredó toda la tradición de su pueblo a través de las bebidas. Al hacerlas nunca se dejan de invocar a los ancestros, la espiritualidad se hace presente en cada uno de los ritos, desde el inicio; al recoger las plantas, por ejemplo mi tía me decía: nunca la´ coja en luna porque no te sirve, tiene que ser en menguante, tiene que tratarla con cariño; hasta el momento de tomarlas.
Estas bebidas fortalecen a la Tere culturalmente, la transportan a su infancia y sobretodo la llenan de orgullo, pues lo que más le interesa es dar a conocer su cultura y tradición. Su misión es ayudar, si una persona tiene un problema y se encuentra conmigo, es porque me dio Dios la fortaleza de ayudarla, es como una tarea que me dejaron. Tere siente que a veces su comunidad es juzgada erróneamente y que en realidad el festival es un evento donde visibilizar la cultura del pacífico, pero ante todo, es un lugar de encuentro de parientes y paisanos, Hay personas que no nos vemos en todo el año entonces nos ponemos cita en el Petronio.
A Tere le brillan los ojos mientras habla de su tía. Ella es su Santa. De quien recibió la sabiduría de su territorio y con quien preparó las bebidas ancestrales. Sin embargo, no fue junto a ella que hizo su primera bebida, sino con sus amigos para una fiesta. La primera tomaseca que yo hice, la hice a escondidas. Nos fuimos para una casa, la casa estaba sola, ellos me llevaron unos galones de viche, la miel y yo me robé unos aliños de mi tía, nadie más tenía aliños, porque ella era la que hacía las bebidas. Esa tomaseca quedó riquísima, le eché un poco de picante, pero ellos mismos decían quedó riquísima. La primera tomaseca que hice fue por corrinche.