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La carranga es un género musical que simboliza una talanquera cultural que nos aferra al paisaje bucólico del campo y al ‘temple’ como rasgo de la identidad campesina. A punta de requintos, bandolas, guacharacas, tiples y guitarras, sus compositores le cantan al grano que le echan a las gallinas y a las vacas que pacen en el corral de la finca junto a los arrayanes. Por eso cuando inician los festivales de música campesina, es común escuchar entre los coterráneos expresiones tales como: “Mijo, alístese que nos vamos a parrandear un ratico en el festival del maíz más grandioso que existe en este país”. 

 

Esta manifestación cultural va más allá de su escenario de baile, música y jolgorio porque representa la vida en el campo, los oficios del campesino, el amor a la naturaleza, la transmisión de saberes y hasta las expresiones que nos identifican como santandereanos.

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"Lero lero carranguero" expresa la necesidad de visibilizar nuestras raíces campesinas, no sólo rescatarlas sino mantener viva esta manifestación propia de nuestro legado cultural tejiendo un puente con las nuevas generaciones.